Aukache nació como expresión de los más desposeídos, convencidos que los únicos vencidos son los que no luchan y sumando su voz a la de otros. Así continuaremos mientras que unos pocos se impongan sobre los derechos de muchos.
AUKACHE, que en mapuche significa “los que se rebelan”, nace en 1996 como consecuencia de las políticas desindutrializadoras del proceso neoliberal implementadas sucesivamente desde Martínez de Hoz hasta iniciado el siglo XXI. En este proceso, el Estado herramienta aglutinadora y organizadora de todos los sectores de la sociedad, se había reducido a la sistemática tarea de hacer desaparecer cada puesto de trabajo provocando que millones de compatriotas quedaran excluidos de las más elementales condiciones de vida.
Ante la necesidad de luchar por la recuperación del trabajo y por lo mínimo e indispensable para la subsistencia de las familias, comenzamos a reunirnos primero en el Asentamiento Lamadrid, luego en el local de Aristóbulo del Valle 301 que nos albergo durante 13 años. Semanalmente en las asambleas intercambiábamos opiniones sobre las actividades que eran necesarias en el barrio y así nacieron, entre otras, el merendero, apoyo escolar, el ropero comunitario, el asesoramiento legal gratuito, los talleres recreativos infantiles, y los emprendimientos productivos. Junto a la organización de estas actividades reflexionábamos sobre la necesidad de expresar nuestra apremiante realidad que observábamos que se multiplicaba a lo largo y a lo ancho del país. Fue así que comenzamos a juntarnos con otras organizaciones del barrio para realizar tareas en conjunto y manifestar nuestros reclamos de Trabajo Genuino y Políticas Sociales para paliar la terrible situación de desocupación, desnutrición, deserción escolar y emergencia habitacional.
Estas grandes luchas que dimos se fueron acentuando a medida que el país iba perdiendo definitivamente las riendas de su propio destino económico. Las recetas brindadas por el FMI y los gobiernos locales que las aplicaban, no hacían más que endeudarnos en beneficio de los países más poderosos y a costilla de los millones de compatriotas que se sumergían en la indigencia más desesperante. Convencidos de que debíamos rechazar esa deuda externa en nombre de la cual se nos obligaba a pasar hambre y desocupación participamos junto a estudiantes, trabajadores, profesionales, amas de casa y otras organizaciones de las grandes movilizaciones en repudio al FMI y la Deuda Externa y hemos estado presente en las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001 cuando entre Todos pusimos en terapia intensiva al modelo de entrega y exclusión neoliberal.
Fue así que el nuevo siglo encontró ha Aukache en las calles luchando para poner en pie al país y día a día en nuestro local organizando las actividades comunitarias y emprendimientos productivos. Asimismo, la solidaridad expresada en los estudiantes universitarios al sumarse a brindar apoyo escolar o en los comerciantes y vecinos al comprarnos una rifa para los insumos de la panadería comunitaria o realizar alguna donación para el ropero, nos permitió que nuestras tareas cotidianas se amplíen logrando un mayor espacio de inclusión para numerosas familias del barrio.
La solidaridad manifiesta de la sociedad en las múltiples experiencias barriales y la unidad en las calles reclamando la culminación de un proceso devastador para Todos obtuvieron dos victorias importantes, una, la intervención del Estado en la dinámica económica, y consiguientemente, la recuperación del trabajo para vastos sectores del pueblo argentino. La economía dirigida por el Estado posibilito que millones de compatriotas volviesen a sus puestos de trabajo tras la apertura de las fábricas, oficinas, talleres, etc. Este nuevo rumbo que emprendió el país lo vivenciamos triunfalmente en Aukache cuando decenas de compañeras y compañeros adultos y jóvenes dejaban de ser trabajadores desocupados para ser trabajadores simplemente en búsqueda de la recomposición de sus derechos y salarios. Sin embargo, más de dos década de padecimiento no habían pasado en vano. Fue así que en Aukache siguieron participando principalmente de los emprendimientos productivos muchos jóvenes y jefas y jefes de hogar que por carencia de capacitación, por la imposibilidad que tienen las madres por la tenencia de sus hijos, por edad, nacionalidad o invalidez física el mercado laboral no los contemplo.
El rol asumido por el Estado, desde el 25 de mayo de 2003 a diciembre de 2015, a partir de las necesidades impostergables del país, nos llevo a seguir profundizando nuestra labor social, convencidos como siempre, que solo un Estado al servicio del conjunto del pueblo puede eliminar las desigualdades económicas y sociales. De este modo, en 2005 presentamos públicamente una propuesta de política pública para la ciudad de Buenos Aires denominada Plan de Ocupación e Inclusión Social (POIS). El mismo contemplaba la transformación de las políticas sociales hasta entonces vigentes en trabajo genuino, legítimo, digno y satisfactorio para erradicar de cuajo el problema de la desocupación. El eje de este Plan consistía en la modificación del rol “subsidiario” del Estado municipal para convertirse en el organizador del trabajo y en el garante de derechos. Paralelamente y hasta nuestros días continuamos abriendo actividades comunitarias y expandiendo productivamente los emprendimientos productivos e incorporando nuevos, logrando una mayor capacitación en elaboración, comercialización y administración.
Hoy nuestra principal lucha es que el pueblo argentino retome las riendas de un destino de bienestar y grandeza proporcionalmente inverso al proyecto político antipopular que gobernó nuestro país desde 2015 a 2019. Un régimen que aún se perpetua en la CABA con el PRO y sus satélites, profundizando las desigualdades sociales, la transferencia de ingresos de los trabajadores, comerciantes y profesionales a los sectores más pudientes, la pauperización de las condiciones de vida de los jubilados, la destrucción de la educación y la salud pública y el aumento de la desocupación.
20 AÑOS DE LUCHA